
VENDEDORA DE FLORES
E. Sonia Ramos Nuez.
Dicen que traes, mi niña, apenas amanece,
las más hermosas flores de la comarca;
de olores y colores, el mercado crece
mientras Señá Ramira, en palabras, parca;
elige la primera, claveles matizados,
pa’l cementerio —dice— con los ojos velados.
Tú, de tranquila mirada, con parsimonia,
las idas y venidas de los parroquianos
observas muy curiosa la ceremonia
de trajines y afanes de estos humanos,
alborotando el aire con sus voces,
y yendo sobre jumentos que dan coces.
De apenas quince años, se acerca una mozuela,
bajo el pañuelo luce sueños esperanzados;
hace ya tiempo —aduce, que dejó atrás la escuela;
titubea, escoge presurosa pensamientos jaspeados,
—Son para una boda —se acerca y le confiesa
mientras pone una sonrisa de pícara traviesa.
Tañido de campanas avisan del horario,
ya van a dar las doce pues repican,
llamando están a misa, agarra el relicario;
comadres con mantilla; oye que algunas critican
al cura estraperlario que pasa contrabando
ayudando a algún rojo que es del otro bando.
Se acerca Doña Juana rezagada,
un ramo de azucenas primorosas
agarra presurosa, casi arrebolada,
pues le debe una promesa y otras cosas
al Santo que, paciente, escuchó su ruego;
Santiago, le llamará al retoño nacido luego.
Recoge, pues, florista, tus ganancias,
ya los naifes brillan al sol de mediodía;
te espera en la casa, sobria, con elegancia,
subiendo la Montaña, casi en su medianía,
una modesta familia, honrada y vivaracha
que bien merece cambiar tu seriedad por alegría.
Los Llanos de Aridane. 15/08/2020
Maravillosas y tiernas palabras. Emocionan.
Felicidades, Sonia.
Muchas gracias, Martina. Celebro haber llegado a seguir, aunque sea un ápice, la estela que dejó Padrón para poder poner voz al personaje de la florista. Un abrazo y mil gracias.
Precioso Sonia.
Simplemente emocionante!
Graciasss.
¡Muchas gracias, Tere!. Celebro que haya sido de tu agrado. Un abrazo.